Por Jorgelina Parodi.
Qué importante que fue la iniciativa de la Asociación Internacional de Ludotecas que, desde 1987, cada 28 de mayo se conmemora el Día del Juego, recordando que JUGAR ES UN DERECHO DEL NIÑO.
Qué felicidad que en todo el mundo, hoy tengamos la oportunidad de darle protagonismo al Juego. De celebrarlo, de agradecerle todas sus bondades, de honrarlo, de compartirlo… Y hablando de compartir, me encanta citar a Stuart Brown (Juega, 2009):
«Lo que hace excepcional a la especie humana, es que estamos diseñados para jugar toda la vida».
¡Claro que sí!, el juego nos forma, nos conforma y nos transforma durante toda la vida.
¿Qué nos pasó que en algún momento decidimos que el juego es solo cosa de niños? ¿Nos preocupa dejar de ser productivos si destinamos tiempo a jugar? ¿Nos resulta poco importante? Felizmente, esa inquietud por la (im)productividad, entre tantas otras, es respondida desde la ciencia, que nos sigue demostrando los beneficios que tiene el juego en todas las dimensiones de la vida humana.
Hace unos años publiqué este artículo https://www.itacaeiq.com/28-de-mayo-feliz-dia-del-juego/ donde hablo de los beneficios del juego. Te invito a (re)leerlo, ¡es siempre vigente!
Y hace unos pocos días, tuve la oportunidad de brindar un webinar donde también expuse las bondades del juego, esta vez enfocándolo en el SER más que en el HACER, proponiendo adoptar una actitud lúdica como forma de vida. Si desean, pueden verlo completo en este link: https://www.itacaeiq.com/webinar-el-poder-transformador-del-juego-en-las-organizaciones/
En este contexto de pandemia, donde el Mundo VUCA tomó una nueva dimensión, el juego también ha tomado una nueva visibilidad. ¡Qué fabuloso lo que nos trajo el COVID-19! Challenges, juegos online, juegos de mesa, juegos en familia, videojuegos… muchos momentos lúdicos, buscando liberar las hormonas de la felicidad que nos ayuden a transitar estos momentos de incertidumbre extrema. Es que jugar es habitar la incertidumbre, es justamente lo que nos atrae del juego. La incertidumbre, lejos de ser una amenaza es una puerta a la exploración. Y más o menos conscientes de esto, muchas personas a lo largo del planeta, han vuelto a conectarse con su actitud lúdica.
«No conozco otra forma de tratar las cosas importantes, que con el juego».
-Frederich Nietzche: Ecce Homo, 1889.
A estas alturas, espero haberte convencido de la importancia del juego. Así que quiero proponerte volver a jugar más en tu vida, reavivar esa actitud lúdica que siempre ha estado en vos. ¿Cómo? Te comparto las siguientes ideas, en las que me inspiré del National Institute for Play:
- REÚNE TU HISTORIAL DE JUEGO. Se trata de un viaje en el tiempo, dónde puedes hacerte estas preguntas: ¿qué te apasionaba hacer de niño?, ¿qué te divertía?, ¿con quién te gustaba jugar?, ¿dónde?. Repasa tu pasado y tu presente, recorriendo tus momentos de juego, imprégnate nuevamente de esas experiencias, reconectando con las emociones que te generaron. Descubre cuál es tu personalidad en el juego y cómo se ha manifestado a lo largo de tu vida. Intenta reconocer aquello que te hace más feliz. Puedes hacerte otras preguntas más: ¿Cuándo te has sentido libre de hacer y ser lo que te apetecía? ¿Sigue formando parte de tu vida? ¿Qué te impide hacer lo que te apasiona en tu tiempo libre? ¿En qué situaciones experimentas que lo que más te gusta hacer no te implica casi esfuerzo? Intenta recordar esos momentos de tu vida en los que mejor te sentiste. ¿Cuáles momentos te gustaría recuperar? Activa tus mecanismos de fantasía como cuando eras niño, no te preocupes que tu cerebro te va a ayudar a moderar el vuelo de tu imaginación para hacer realidad lo que sea posible. Para ello, es importante que sientas las emociones ligadas a tu actitud lúdica.
- EXPONTE AL JUEGO. Cada día, en todas partes, tenemos un montón de oportunidades para jugar. El mundo está lleno de humor, ironía, alegría y objetos bonitos. El truco está en abrirte a estas influencias, en verle el lado divertido y gracioso a cada situación. Juega sin buscarle utilidad al juego, juega por la libertad misma de jugar. Les comparto este calendario para entrenar la actitud lúdica, solo a modo de ejemplo: Play Thinking Calendar
- PERMÍTETE SER PRINCIPIANTE. Probáblemente uno de los mayores obstáculos de los adultos, es limitarnos por la creencia de que el juego es de niños, y con ella el temor a parecer inmaduros, ridículos, irresponsables… Permítete improvisar, sonreir, bromear, equivocarte. Libera tu cuerpo, suéltate, permítete ser espontáneo. El juego es exploración.
- JUEGA PARA DIVERTIRTE, Y NO SOLO PARA DIVERTIRTE. Algunos juegos de los más transformadores no son solo pura diversión. Producir cualquier creación conlleva momentos de frustración. Exponte a esa exploración, a vivir todas las emociones, el placer y el displacer también. No te limites ni te prives de nada.
- SÉ FÍSICAMENTE ACTIVO. Una de las formas más rápidas de entrar en un estado lúdico es haciéndolo físicamente. Muévete. El movimiento es quizá la forma más básica de juego. La neurociencia reveló que el juego físico sortea obstáculos cognitivos y crea nuevos circuitos neuronales para la felicidad.
- LIBÉRATE DEL MIEDO. «Para crecer interiormente, todos necesitamos unos espacios secretos en los que nos sintamos seguros para entregarnos a las fantasías necesarias para adaptarnos a los retos del mundo.» (Liz Goodenough) Encuentra tu espacio secreto. Averigua qué es lo que te impide disfrutar de la sensación de seguridad y bienestar, qué te permite sentir deseos de jugar. Esto puede resultar difícil de averiguar, pero te aseguro que recuperar las ganas de jugar ¡vale la pena! Cuando recuperamos esas ganas, experimentamos una fuerza transformadora.
- ALIENTA TU FORMA DE JUEGO PREFERIDA Y RODÉATE DE GENTE QUE LA FOMENTE. Juega. Descubre qué tipo de jugador sos y averigua los juegos que más te gustan. Esto no es automático, y tal vez al principio te resulte incómodo, sigue jugando. Aléjate de los «cortamambo», propiciar el juego en tu vida consiste en parte en vivir en un ambiete que apoye y favorezca el juego. Encuentra quien valore y entienda tu necesidad de jugar, transmítelo, inspíralo. Descubre el juego que alimenta tu alma y convierte en prioridad tu deseo de jugar.
Deseo que te resulte útil esta propuesta, y que reavives pronto tu actitud lúdica.
¡FELIZ DÍA DEL JUEGO!
Jorgelina 🙂